miércoles, 29 de octubre de 2014

Cerrar y abrir proyectos

Si, en otra ocasión, hablaba de la dificultad de encontrar tiempo para escribir no es menos difícil el pasar de un proyecto a otro.
Estos días, paralelamente a la promoción de "Los Mundos Cambiantes", he estado finalizando otra novela y corrigiendo un segunda más corta. En un principio creía que me iba a llevar más tiempo, quizás hasta final de año, pero como regalo inesperado he podido terminarlo todo antes de lo previsto. Ahora tengo dos meses antes de que se acabe el 2014 para iniciar alguno de los proyectos que tengo en el cajón, muchos de ellos ideas sin forma, frases o personajes que me gustan pero a los que todavía no he dado forma o contexto.
Para mi, este estado es a la vez excitante y agobiante. Es fantástico porque es como mirar en la caja de juguetes y decidir con cual quieres jugar a continuación. Pero, tal y como me pasaba de pequeño y me sigue pasando cuando tengo que elegir una película o un videojuego, hay tantas posibilidades que me llego a paralizar. Puede que escoja uno con ilusión pero, cuando empiezo a desarrollarlo, la pereza se apodera de mí y pienso que me he equivocado. O sigo pensando en aquel otro que tuve en mis manos durante unos segundos y lo descarté por el motivo que fuese.
Al menos sí se que debo iniciar un proyecto pequeño. Una historia corta, un relato, algo manejable que no me consuma demasiado tiempo. Aún quedan cosas por pulir de la novela finalizada, una revisión a fondo, por lo que no quiero tener otro monstruo entre manos que no pueda manejar. Así que meteré mis manos en la caja y, quizás incluso al azar, me llevaré uno de esos juguetes para crear la próxima historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario