lunes, 6 de octubre de 2014

Sacar tiempo

Para ganarse la vida escribiendo uno tiene que ser una super-estrella. No basta con ser publicado o vender bien un libro, si no que hay que tienes que tener la garantía que tus próximos títulos también van a ser un éxito y, por lo tanto, puedes dejar todo lo que estés haciendo para dedicarte a desarrollarlos. Es algo que cualquiera que esté intentando hacer esto aunque sea a nivel aficionado sabe. Y está bien.
Es decir, me encantaría llegar a eso pero soy realista. Me encantaría ocuparme solo de escribir pero sé que no es algo que a todo el mundo le pase. Lo único que hay que hacer es compaginar un trabajo más o menos estable con la escritura. Y aquí es donde la cuestión difícil radica. Porque a veces no es tan fácil sacar tiempo para ello.
Ya no hablo de la constancia o de horas acordadas con uno mismo para ponerte a ello, venciendo a la pereza o los momentos en los que no encuentras un motivo para seguir. Eso se merecería otro post. Hablo sobre el encontrar el momento venciendo a los quehaceres diarios, protegiendo tu "hora de escribir" contra todo lo que la vida te lance. A veces no solo no es fácil si no que es imposible. Está muy bien querer escribir tres páginas diarias pero cuando tienes que pagar el alquiler si o si, la cosa se complica un poco más.
Ahora, por suerte, tengo un horario laboral que me permite tener las mañanas libres y, por lo tanto, es más una cuestión de planificación que otra cosa. Pero las cosas cambian. Quizás dentro de unos años tenga un horario diferente y entonces no pueda acceder a mi tiempo de escritura tan fácilmente. Y, aunque se que si fuera el caso ya se vería, es algo que me preocupa. Porque entonces ya no se trata de no vivir de esto, si no de que quizás tu ritmo de vida ni siquiera te permite acceder a ello como afición.

No hay comentarios:

Publicar un comentario