lunes, 18 de abril de 2016

Ojos verdes

Estos pequeños relatos suceden en algún punto entra “Los Mundos Cambiantes” y “Comesueños”. Por lo tanto, pueden contener spoilers de la primera novela. 


Aike vio el campamento desde la lejanía. Desmontó del deslizador y se quedó mirándolo desde lo alto de la duna. Aún tenía dudas. Su cuerpo, desde hacía unos días el de un hombre fornido, temblaba. No había pasado unos meses fáciles. Había vuelto a Octa para hablar con los padres de Joss sobre la muerte de su hijo. Había pasado un tiempo con los cambiaformas en el Valle de la Sombra. Pero ahora, el próximo paso en su camino le parecía el más difícil.

Había tardado lo suficiente en localizar el campamento como para echarse atrás cuando estaba tan cerca. Entró y los miembros de la tribu le miraron sin reconocerle. Entonces le vio, agachado ayudando a alguien con la chatarra. Se dio la vuelta, le miró y le sonrió.

-Buenos días, ojos verdes- le dijo Welsh.

Cualquier duda que Aike hubiese tenido se disipó en ese instante.

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