lunes, 14 de marzo de 2016

Memorias

Estos pequeños relatos suceden en algún punto entra “Los Mundos Cambiantes” y “Comesueños”. Por lo tanto, pueden contener spoilers de la primera novela. 


-Sin él, no estaría aquí hoy- dijo Aike, esperando que los padres y hermanos de Joss comprendieran su frase en toda su magnitud.

La señora Birlang lloraba en silencio. Su marido miraba a Aike con el ceño fruncido. Su hija mayor lloraba abrazada a su hermana. Y los demás hijos sollozaban, echando ya de menos a Joss. 

-Lo siento- dijo Aike.

Nada les dijo de su transformación en los últimos meses de vida. Ni el motivo por el que su hijo se había arriesgado acompañándola en el viaje. Aquello era un secreto que guardaría para sí misma, como un tesoro. Miró a la familia Birlang y deseó, una vez más, que su amigo estuviese con ella.

-Lo siento- volvió a decir, resumiendo todo lo que sentía sobre la muerte de su mejor amigo.

No había nada más que añadir. 

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